MI HISTORIA.

A los 10-11 años empezó todo. Hasta esa edad, yo había sido una niña delgada, que podía comer todo lo que quisiera, ya que no engordaba. No hacía ejercicio, pero como no engordaba, no importaba (eso pensaba yo). Mi hermana mayor ya me avisó: "Ese chollo de comer sin engordar no te va a durar toda la vida, haz algo de ejercicio". Pero yo no le hacía caso. Hasta que ocurrió lo inevitable: empecé a engordar. Lo normal, se me ensancharon un poco las caderas, como a todas.  Yo me alarmé, creía que estaba como una vaca. Pero ahora que lo pienso, seguía estando delgada. Aunque lo estropeé. Empecé a interesarme por este mundo, el de las princesitas perfectas. Me metía en blogs y leía historias de la gente.
Pero cuando de verdad empezó mi historia fue a los 12 años. A esa edad ya hacía caso a todos los tips, ya no comía, ya vomitaba lo poco que comía...Pero me sentía mal, no estaba a gusto, así que lo dejé. Y a los 13 años fue lo peor: me había metido demasiado en este mundo, tenía insomnio, estaba cabreada siempre, siempre lloraba...Pff..me sentía fatal. Hasta que decidi hacer una dieta que duraba un mes: comería poco y haría mucho ejercicio (me levantaba TODOS los dias a las 5 de la mañana a hacer ejercicio, para que mis padres no lo supieran). Adelgacé varios quilos, pero cuando dejé el "no comer" empezaron a entrarme ataques de ansiedad. Necesitaba comer. En mi mente sólo había una palabra: comida, comida, comida. Mi ansiedad sólo la paraba la comida. Me daba muchísima vergüenza comer en público, así que todas las noches, cuando todos se dormían, empezaba a comer como una vaca. Todas las noches a las tres de la mañana me ponía a comer para calmar mi ansiedad: comía nocilla, galletas, queso, pan, rosquilletas, refrescos, carne...una cosa seguida de otra. Como es normal, me levantaba con mucho dolor de tripa, pero esque era algo que yo no podía controlar, lo prometo. Fue horrible, fueron los peores dos meses de toda mi vida. Algo así como dos meses después de que empezara, ya no tenía ansiedad, por lo que ya no comía tantísimo, comía como una persona normal. Las consecuencias de este duro mes comiendo y comiendo incontroladamente: aunque parezca mentira, pasé de 48 kg a 55 kg, que son los que tengo ahora. Sí, engordé 7 kg en tan solo dos meses. Cuando me di cuenta de ello, decidí parar. No era feliz no comiendo, ni comiendo poco y vomitando, ni comiendo demasiado, así que me alejé de este mundo, dejé a Ana y Mia apartadas de mi vida. Si soy sincera, he sido bastante feliz durante este tiempo sin ellas, pero las echo de menos, y las necesito más que nunca para volver a mis 48 kg (y luego, a los 45, esa es mi meta). Por eso he creado este blog, para saber que no estoy sola yendo hacia la perfección, para saber que estais aquí, princesas, para apoyarme.
Ahora, con 14 años (cumplo 15 en tres semanas), sé que quiero adelgazar 10 kg exactamente, hasta quedarme en 45 kg. Y para eso necesito la ayuda de Ana, Mía, y de vosotras, princesas. No sé si esto lo leerá alguien, pero yo por lo menos me he desahogado. Gracias.